viernes, 3 de junio de 2011

Declaración programática del Frente de Izquierda y de los Trabajadores

El FRENTE de IZQUIERDA se constituye en defensa de la independencia política de los trabajadores contra los distintos bloques capitalistas que expresan el gobierno, sus opositores patronales y las diferentes variantes de la centroizquierda. Lo hace en base a un planteo obrero y socialista, de independencia de clase, levantando un programa para impulsar la movilización de los trabajadores y sectores explotados contra el gobierno y las patronales. El Frente de Izquierda se presenta como una referencia política para quienes luchan por la independencia de los sindicatos y la expulsión de la burocracia sindical y sus patotas, y por la independencia de todo movimiento popular del capital y su Estado. En el marco de las disputas feroces en el oficialismo y la oposición patronal, la izquierda recoge el mandato de los trabajadores que luchan, presentando un bloque único y clasista para enfrentar a los políticos patronales y quebrar la proscripción electoral que entraña la llamada ‘reforma política’ y sus tramposas primarias abiertas.

Este Frente se ha conformado en momentos que la crisis capitalista internacional recorre su cuarto año, incrementando la miseria de las masas en amplias regiones del planeta. En Europa, varios países se encuentran al borde del default. La situación no es mejor para Estados Unidos, donde la crisis económica sacude sus propias entrañas, y sufre una crisis política y militar en Irak y Afganistán, siendo blanco, además, de la revolución árabe al enfrentar ésta a dictadores pro-imperialistas. La política del imperialismo y sus gobiernos está dirigida para que esa crisis sea descargada sobre los trabajadores y pueblos del mundo. Por eso hay luchas en todos los continentes, destacándose la rebelión de los “indignados” en España que ha puesto en jaque al gobierno de Zapatero.

En numerosos países el alza de los precios de los alimentos ha agravado la miseria de las masas y empujado a la rebelión. Junto a las huelgas y movilizaciones que han cruzado Europa (de Francia a Grecia, de Gran Bretaña a España y Portugal) enfrentando los planes de “austeridad” de los gobiernos capitalistas, el hecho más relevante protagonizado por el movimiento de masas han sido los procesos revolucionarios en distintos países del mundo árabe, como Túnez, Egipto, Yemen, LIBIA, Siria, Bahrein, entre otros. En Libia la intervención de la OTAN tiene como objetivo evitar la caída revolucionaria de Kadafi y tratar de intervenir ese país para contener el conjunto del proceso desatado en la región. Llamamos a apoyar el triunfo de esas revoluciones que recorren el mundo árabe. Nos diferenciamos claramente de los falsos izquierdistas que han apoyado la intervención imperialista y de la OTAN. Como también denunciamos los supuestos antiimperialistas como el castro-chavismo que hacen causa común con los dictadores masacradores de sus pueblos.

América Latina no está al margen de esta crisis. Basta pensar en las consecuencias que tendrían para la región una quiebra de la banca europea o un freno de la economía china. Ya mismo existen reclamos por salario y el convenio en Venezuela, huelga general de la COB en Bolivia, la gran huelga de la construcción en el nordeste de Brasil, los paros generales en Uruguay y las movilizaciones estudiantiles en Chile, entre otras.
El Frente de Izquierda denuncia el carácter claramente capitalista de todos los gobiernos latinoamericanos, desenmascarando ante los ojos de obreros, campesinos y estudiantes el real carácter de los gobiernos de Evo Morales, que reprimió a los huelguistas de la COB y criminaliza a los docentes, y de Hugo Chávez, quien viene de detener y entregar al gobierno derechista de Santos al periodista colombiano Perez Becerra, con asilo y nacionalidad sueca, violando el elemental derecho democrático de asilo.

La etapa abierta a nivel mundial por la crisis capitalista no admite medias tintas. Exige una respuesta revolucionaria de la clase trabajadora. Llamamos a que la paguen el imperialismo, las multinacionales, banqueros y capitalistas. ¡Fuera el ajuste del FMI en Europa! ¡Apoyo a todos los reclamos obreros y populares! Mientras denunciamos a las direcciones traidoras del movimiento obrero europeo que se niegan a unificar los reclamos del continente.

En ese marco, frente a las elecciones en nuestro país, denunciamos que el kirchnerismo, -cruzado por disputas entre sus distintos componentes-, ha garantizado en estos años ganancias siderales para las patronales y ha pagado religiosamente la deuda externa que viene de la dictadura. El país sigue dominado por el capital imperialista, mientras los monopolios mineros, petroleros y sojeros siguen liquidando a piacere nuestros recursos no renovables. Se han mantenido la gran mayoría de las privatizaciones menemistas, gozando esas patronales de subsidios millonarios por parte del gobierno. Los fondos de la ANSES no han sido utilizados para satisfacer las demandas de los jubilados -comenzando por el 82% móvil- sino para subsidiar a los capitalistas, pagar deuda externa y financiar el clientelismo político oficial.

Aunque el kirchnerismo declama su “progresismo” diciendo que redistribuye la riqueza y que se estaría cerca del fifty fifty, más del 50% de la clase obrera percibe 2.500 pesos por mes (la canasta familiar supera los 5.000 pesos) y el 40% está en negro. El subsidio universal por hijo es insuficiente, dejando sin resolver el grave problema de la desnutrición y mortalidad infantil. La educación y salud públicas profundizan su crisis por falta de presupuesto, con salarios miserables para sus trabajadores, mientras crece el negocio de la educación y salud privadas.

Este gobierno, -que se dice “nacional y popular”-, tiene de socios a los intendentes, gobernadores del PJ afines y a la burocracia sindical, la misma que orquestó el crimen de Mariano Ferreyra. La CGT en 10 años no convocó a un solo paro general.

Las candidaturas del Frente para la Victoria en cada provincia están encabezados por representantes probados de los intereses patronales, muchos de los cuales vienen desde el menemismo: Gioja en San Juan, De la Sota en Córdoba, Urtubey en Salta, Scioli en provincia de Buenos Aires, Insfrán -el represor de los QOM-, en Formosa, entre otros. El kirchnerismo pactó con Menem, Barrionuevo, Saadi y Rico para “unir al peronismo”, con el solo objetivo de garantizar la reelección de Cristina.

El gobierno nacional se proclama “defensor de los derechos humanos”, pero aumenta día a día el número de luchadores procesados, sumando más de 4000, mientras encubre y apaña a las patotas sindicales contra los que luchan. Y aunque la lucha popular y democrática logró que más de un centenar de genocidas estén condenados, aun miles siguen en la impunidad y los testigos sufren el riesgo de volver a desaparecer, como ocurrió con Julio López. Habla de “integración latinoamericana”, mientras mantiene tropas en la ocupación de Haití al servicio de los intereses de los yanquis.

Los sectores de centroizquierda que apoyan al gobierno, -como Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella-, juegan el papel de teñir de “progresismo” a un proyecto que se propuso restaurar el orden capitalista que entró en crisis con la rebelión popular de diciembre de 2001.

Bajo el padrinazgo de diversos grupos económicos como Clarín y Techint, entre otros, la oposición patronal se encuentra dividida y diezmada. Mientras Macri se bajó de la presidencial. Nada bueno puede salir para los trabajadores de los Alfonsín, De Narváez, Duhalde, Carrió y demás variantes patronales.
Pino Solanas, por su parte, también ha declinado su candidatura presidencial, buscando seducir al representante de las patronales sojeras y multinacionales cerealeras Hermes Binner para que sea su candidato presidencial. Su supuesta oposición al bipartidismo es sólo declamación: en Santa Fé apoya el frente conformado por el PS y la UCR y en Neuquén al UNE, su principal aliado en la provincia, parte de un frente común con la UCR y el PJ. En Córdoba se alió con Luis Juez, en Capital con el PS y Stolbizer.
Tampoco de estas alianzas electorales habrá solución a los problemas obreros y populares. El Frente de Izquierda llama a no dejarse engañar por esta nueva variante del FREPASO.

Al contrario, nuestro FRENTE está integrado por gran parte de los mejores luchadores que ha dado la clase obrera en estos años (trabajadores ferroviarios, del Subte, Zanón, INDEC, la Alimentación, estatales, docentes, gráficos, metalúrgicos, del SMATA, AGD-UBA, UTA y tantos otros). También lo componen luchadores del movimiento estudiantil secundario y universitario, protagonistas de las tomas de colegios y facultades, y compañeros que protagonizan las luchas antirepresivas, de los juicios contra los genocidas y de las luchas por los derechos de las mujeres y contra toda forma de opresión sexual.

El FRENTE de IZQUIERDA denuncia y plantea la derogación de la llamada “reforma electoral” que aumenta la intervención del Estado en el seno de los partido políticos, dificulta las condiciones para la obtención de las personerías electorales y cercena derechos democráticos elementales con el inédito requisito de obtener un piso en la elección primaria, simultánea y obligatoria para poder presentar candidatos en la elección general.

Vamos a intervenir activamente en esta campaña electoral presentando listas en 19 de los 24 distritos electorales del país. El Frente de Izquierda se valdrá de la campaña electoral para movilizar políticamente a franjas crecientes de trabajadores y luchadores populares en todo el país, para impulsar sobre la base de un programa un polo político independiente, claramente delimitado de las fracciones capitalistas, incluidas las de centroizquierda, convirtiendo a los trabajadores en un factor político decisivo capaz de dirigir al conjunto de la nación explotada contra el capitalismo y el imperialismo. La lucha electoral del Frente de Izquierda está al servicio de organizar y elevar a los trabajadores a la lucha por su propio gobierno.

En función de estos objetivos levantamos los siguientes puntos programáticos, que incluyen y amplían los que planteamos inicialmente como medidas de emergencia:

1-Salario mínimo igual al costo de la canasta familiar indexado periódicamente según el aumento real del costo de vida. Eliminación del IVA de la canasta familiar.

2-Reestablecimiento del 82% móvil. Pago de las retroactividades correspondientes. Que la ANSES esté bajo la administración directa de jubilados y trabajadores.

3-Reparto de las horas de trabajo con igual salario para terminar con la desocupación. Prohibición de despidos y suspensiones.

4-Basta de tercerización. Todos a planta permanente con vigencia del convenio más favorable. Abajo las leyes flexibilizadoras.

5-Cese de la persecución y anulación de las causas judiciales contra los más de 4.000 luchadores obreros y populares. Libertad a Roberto Martino y de todos los presos políticos.

6- Expropiación definitiva sin pago de Zanón y demás fábricas recuperadas.

7-No al pago de la deuda externa. Desconocimiento de la deuda al Club de París. Plata para salario, trabajo, salud, educación y vivienda, no para la deuda externa.

8-Reestatización de todas las privatizadas bajo control de trabajadores y usuarios.

9-Nacionalización -sin indemnización y bajo administración y control de trabajadores-, de la banca y el comercio exterior, el petróleo, la minería, pesca y la gran industria.

10- Por la expropiación de la oligarquía terrateniente, de los grandes pools de siembra, así como de los monopolios cerealeros, aceiteros y frigoríficos. Por la nacionalización de la tierra, comenzando con la expropiación de los 4000 principales propietarios, respetando los derechos de los campesinos pobres, pueblos originarios y pequeños chacareros que no exploten mano de obra asalariada.
No a la expulsión de sus tierras de campesinos y originarios. Plena satisfacción a los reclamos de los QOM de Formosa. Basta de trabajo en negro para los trabajadores rurales. Anulación del decreto ley de la dictadura que rige el trabajo agrario.

11-Defensa de la educación y salud públicas y gratuitas. Basta de subsidio a la educación privada. Fuera las iglesias de la educación. Abajo la Ley de Educación Superior. Que el Estado deje de financiar a la Iglesia Católica. Contra la estafa de las pre-pagas y el negocio de las clínicas y sanatorios privados. Por un sistema nacional de salud público y de calidad para todos a cargo del Estado. Por una educación nacional única, estatal, gratuita y laica.
Nacionalización sin pago de los laboratorios que lucran con la salud del pueblo. Por la provisión de medicamentos gratuitos a los necesitados. Basta de Obras Sociales con las que se enriquecen los burócratas sindicales. Por su control democrático por parte de comités de trabajadores elegidos en la base.

12- Fuera la burocracia sindical patronal de los ferrocarriles. Reestatización del sistema ferroviario bajo control y gestión de los trabajadores de todos los niveles.

13- Juicio y castigo a todos los culpables del crimen de Mariano Ferreyra (UGOFE, Policía, Pedraza y su patota).

14- Fuera la burocracia de los sindicatos. Por la independencia de los mismos del gobierno y el Estado. Abajo la Ley de Asociaciones Profesionales. Por la más plena democracia sindical. Personería gremial ya al nuevo sindicato del subte. Por el derecho de los trabajadores a organizarse como quieran sin control estatal. Por elección de paritarios en asamblea. Que la CGT rompa su “alianza estratégica” con el gobierno y las patronales y llame a un plan de lucha nacional consultado en la base. Apoyo al sindicalismo combativo y antiburocráticos. Plan de lucha de todo el movimiento obrero por aumento de salarios, contra el trabajo en negro y las tercerizaciones.

15- Fuera el FMI y la patota kirchnerista del INDEC. Restitución de todo el personal desplazado. Por un INDEC administrado por sus trabajadores y técnicos, independiente de cualquier gobierno patronal.

16- Aparición con vida de Jorge Julio López y Luciano Arruga. Cárcel a los asesinos materiales y políticos de Carlos Fuentealba. Cárcel perpetua y común para todos los genocidas, a los responsables de los crímenes de la Triple A y a los asesinos del gatillo fácil. No a la baja de la edad de imputabilidad. Fuera la Gendarmería y policía de los barrios populares. Anulación de la ley “antiterrorista”.

17- Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir. Por los derechos de la mujer trabajadora. A igual trabajo, igual salario. Guarderías gratuita en los lugares de trabajo y estudio. Contra toda forma de opresión sexual. Abajo los edictos persecutorios contra gays, lesbianas, travestis y transexuales.

18- Vivienda digna para todos. Por un plan de viviendas populares y urbanización de las villas y asentamientos. Ocupación de las viviendas ociosas de los especuladores inmobiliarios. No a la criminalización de los ocupantes del Indoamericano y de otras luchas por la tierra.

19- Que todo legislador gane lo mismo que un obrero especializado o directora de escuela con diez años de antigüedad. Revocabilidad de los mandatos por los propios electores. Abolición del Senado y de la institución presidencial con poderes de monarca. Elección directa de los jueces. Por jurados populares.

20- Por un gobierno de los trabajadores y el pueblo impuesto por la movilización de los explotados y oprimidos.

21- Retiro inmediato de las tropas argentinas de Haití. Fuera ingleses y la OTAN de Malvinas. Contra el bloqueo y cualquier tipo de agresión imperialista contra Cuba y contra la restauración capitalista en la isla. Por una política internacional de apoyo a la rebelión obrera y popular en todo el mundo, por la expulsión del imperialismo de todos los países, por la unidad socialista de América Latina, por el socialismo internacional

22- Viva la revolución árabe. Fuera la OTAN de Libia. Abajo la ocupación sionista de Palestina.
Convocamos a los trabajadores, a las corrientes de izquierda y a todos los luchadores a integrarse y sumar su apoyo al Frente, para que la clase obrera no sea “colectora de nadie”, sino dueña de ella misma. Llamamos a los sectores progresistas a abandonar el proyecto seguidista de la centroizquierda y contribuir al desarrollo del Frente de Izquierda, el frente de los trabajadores.

FRENTE de IZQUIERDA y de los Trabajadores
Partido Obrero - Partido de los Trabajadores Socialistas - Izquierda Socialista

2 de Junio 2011

/tomado de: http://www.pts.org.ar/spip.php?article17851 /

____________________________________________________
/ LibReS periódica - sección Declaraciones y pronunciamientos /

domingo, 27 de febrero de 2011

2011: Rebelión y revolución en un solo cuerpo

[Colectivo Signos del Topo]


No queremos menos que manifestar nuestro entusiasmo, admiración y solidaridad incondicional con las masas de trabajadores, trabajadoras y jóvenes de todo el mundo que con su acción están tirando al basurero de la historia frases como “la gente está domesticada” y “el capitalismo entra en crisis pero después resurge como el fénix”.

No: nada era como “parecía”, y nada volverá a ser ya como era.

A comienzos del 2011, la rebelión y la revolución van entrelazando sus manos como partes de un mismo cuerpo, al calor de una realidad básica y profunda: el terremoto del Kapital y sus réplicas. Y con su fuerza poderosa, rebeliones y revoluciones comienzan a hacer estallar algunos eslabones de esta gran cadena capitalista, “materialidad” que no podrá encontrar, de aquí en más, reparo suficiente ni calma duradera.

Hace apenas 92 años, refiriéndose a la situación tras la Primera Guerra y la irrupción de la revolución social en Rusia y Alemania, Rosa Luxemburg decía en un manuscrito inconcluso de 1918: “Las condiciones de la lucha por el poder son tan favorables a la clase en ascenso como nunca antes lo fueron en la historia mundial. [El poder] Puede caer como un fruto maduro en las manos del proletariado. La dificultad reside en el proletariado mismo, en su falta de madurez, o mejor dicho en la falta de madurez de sus líderes, de sus partidos socialistas. La clase obrera se resiste, retrocede sin cesar frente a la incierta enormidad de su tarea. Pero debe hacerlo, es su deber. La historia le cierra toda escapatoria a su deber de llevar a la humanidad degradada, de la noche y del terror, a la luz de la liberación”.
Y también sirve recordar hoy el “Manifiesto Inaugural” de la Asociación Internacional de los Trabajadores (1864), que entre otras cosas enunciaba el porqué asociativo fundamental de su llamado: “La clase obrera posee ya un elemento de triunfo: el número. Pero el número no pesa en la balanza si no está unido por la asociación y guiado por el saber. La experiencia del pasado nos enseña cómo el olvido de los lazos fraternales que deben existir entre los trabajadores de los diferentes países y que deben incitarles a sostenerse unos a otros en todas sus luchas por la emancipación, es castigado con la derrota común de sus esfuerzos aislados...”.

Dicho de otro modo: así como no basta con el conocimiento y la conciencia (o el “saber”) para estar y permanecer vivos y saludables, así tampoco basta con conocer la realidad proletaria y del mundo y ni siquiera reconocer que somos muchos, para cambiarla: tenemos además que poder asociarnos, unirnos en la lucha.

Resulta obvio que en muchas partes del planeta las masas explotadas y oprimidas demuestran en la calle, sin prisa y sin pausa, que lo que modela y determina ineluctablemente sus movimientos, sus propios terremotos en el terreno mismo de la crisis capitalista, son sus necesidades profundas (las elementales, y las no tanto), su realidad circunstancial y la experiencia histórica, así como los niveles desiguales de su conciencia política y social actual.

Por esto mismo, a la vez que expresamos nuestro más profundo repudio a quienes respaldan (sea frontalmente, sea ambiguamente, sea “diplomáticamente”) a genocidas como Kadafi, aliándose de ese modo objetivamente con el imperialismo internacional (¡aunque pretendan hacer creer lo contrario!: Castro, Chávez), decimos que es posible extraer una conclusión fundamental: el principal aporte a la lucha heroica que sostienen hoy los trabajadores de Libia, de Egipto y del resto del mundo debe ser, al mismo tiempo que responder a sus llamados de solidaridad y apoyo concreto, hacer lo necesario para concretar esta unidad de acción proletaria internacional, revolucionaria y socialista (por lo demás: antiburocrática, ya que ¡es mucho lo que se puede aprender de lo vivido y sufrido durante el siglo pasado!), que reivindicando y respaldando en todas partes la insurrección obrera y popular, la revolución y la toma del poder por el proletariado sin sustitución posible, sirva a la lucha de las masas y a los fines de hacer brotar de las ruinas del capitalismo el socialismo, la igualdad y la libertad, es decir la dignidad humana en todas partes sin excepción.

¡Unidos en la lucha, hasta la victoria siempre!


Signos del Topo (creaciones / críticas / culturas)

(Buenos Aires, 26 de febrero de 2010)

miércoles, 23 de febrero de 2011

El Primero de Mayo de 2010 en la Argentina

(por: DB-AA)

(INFORME DE SITUACIÓN)

    Mil maniobras y peleas y acuerdos e imposiciones; jugadas sucias, decretazos de urgencia y arreglos a última hora sobre y bajo la mesa. Recurso a la judicialización de la política. Hipocresía descarada. Patoteadas y demás. Es decir: pura politiquería (parlamentaria y extra-) de la peor y más reaccionaria especie, caracterizan –en la superficie más visible, ya que no en lo sustancial– este periodo de la era kirchnerista, que tiene tres grandes protagonistas de fondo: por un lado el gobierno y la oposición burguesa –esta última con los grandes “medios” a su servicio– en un permanente tira y afloje por el mejor dominio de la situación (incluido el posicionamiento hacia las elecciones del 2011); y por el otro (más allá del ejercicio circense de las disputas intercapitalistas) los trabajadores ocupados y desocupados que se organizan y luchan, con el apoyo de las agrupaciones de izquierda.

    Las masas pauperizadas de la ciudad y el campo son por ahora convidados de piedra (y de miseria) en este panorama, aunque como ha quedado demostrado en el 2001, son unos “factores de riesgo” permanente para el poder establecido y periódicamente dan prueba de ello en su participación en rebeliones barriales y puebladas de diversa índole.
    Los grandes centros de poder capitalista e imperialista (y sus embajadas) ponen los huevos en las canastas que más les conviene. Nunca han dejado de hacer tal cosa. Intentan no descuidar a sus mejores aliados, ya estén en el gobierno o en la oposición: por eso Kristina puede ocupar el lugar que ocupa en el momento político actual (incluso internacional): sin el respaldo “político” del gran capital, el gobierno tendría las horas contadas.
    Queda claro que los bloques capitalistas (gobernantes y dominantes), a pesar de tanta parafernalia e irritación, coinciden en salir del “default”, pagar la deuda “eterna” (completamente ilegítima, fraudulenta y, en tanto que sangría del pueblo, criminal) con o sin reservas del Banco Central, y descargar la crisis sobre los trabajadores (mediante la inflación, las paritarias acotadas y/o frenadas y dilatadas en sus tiempos, el trabajo precario y una más que escasa e irrelevante “ayuda social”, expresión patética del “reparto de riqueza” kirchnerista, apoyada por los “piquetruchos” –“piqueteros” cooptados), beneficiando a los capitales (incluidos los especulativos a lo “buitre”) para intentar una recomposición o equilibrio de una Argentina capitalista “gobernable”, capaz de sortear estos tiempos de crisis mundial.
    Pero una cosa son los sueños de “paz social” y otra “la verdad de la milanesa”.
    El “justicialismo” de Eduardo Duhalde, Rodríguez Saá y, luego, los Kirchner (una vez dejado a un lado el lastre del menemismo) con el apoyo político de los ex aliancistas (que en la etapa anterior formaron el fracasado y criminal gobierno delarruista), los ex izquierdistas y otros “progres”, vinieron a cumplir la tarea que mejor saben hacer: por el camino de las elecciones democráticas y el gobierno así legitimado, regimentar a fondo a las masas trabajadoras (buena parte de ellas de compleja sujeción “peronista”), con el objetivo de salir del marasmo expresado popularmente en los saqueos a supermercados, el levantamiento popular, la toma de fábricas y empresas, las asambleas populares, la auto-organización de los barrios y la deliberación política. Y lo hicieron embanderados con la defensa de los derechos humanos, la lucha contra la corrupción, el asistencialismo promisorio, el "aumento de salarios", la “reactivación económica”, etc. Es decir, otras tantas formas de la “promesa” siempre incumplida de un bienestar y justicia sostenidos en el tiempo.
   Eso es todo lo que, justamente, está hoy en crisis. La tarea sucia no les ha resultado sencilla ni exitosa.
   ¿Cómo paliar la crisis, salir del default, pagar las deudas y “sanear” los capitales y las administraciones, dejar que medren los capitales especulativos y seguir haciendo buenos negocios “nacionales y populares”, sin tomar medidas antipopulares? Es por esto que el gobierno debe hacer malabarismos para no perder su precario apoyo en aquellos sectores que para nada están “cautivos” de su voluntad… sino más bien irritados, indiferentes o alterados por una situación inestable.
    El Año del Bicentenario (es decir, el aniversario de la Argentina como “nación independiente”) le sirve de marco propagandístico y encubridor a esta política de franca supeditación a los dictados del Capital. Y ciertamente le propina un buen servicio propagandístico, aunque, insistimos, la precariedad marca todos estos “momentos” de la disputa capitalista por mantener "la casa en orden" en el momento de la limpieza (ajustes varios).
    Si hay algo en lo que están de acuerdo todos los que no quieren sacar los pies del plato capitalista (incluidos los “progres” como Pino Solanas) es que las cuentas (capitalistas y las del Estado) deben “cerrar”: así (según pretenden ilusionar a los incautos) se abrirán las compuertas del bienestar para los trabajadores. Ilusión o no, quienes apuestan por este “orden” no sabrán nunca cómo resolver la manifestación local de la crisis capitalista mundial.
    Las medidas antipopulares del gobierno (la inflación, la tendencia a la caída del salario, el trabajo precario y en negro, el pago de la deuda “eterna”) y las disputas varias (por los fondos de cooptación política del “impuesto al cheque” y otros, por las “retenciones” e impuestos, por la regimentación de los sindicatos), cuentan con el apoyo, por acción u omisión, de la burocracia sindical y los sectores “progresistas” y reformistas. El salario promedio del 70 por ciento de los trabajadores ocupados no llega a los 2.000 pesos, cuando la canasta familiar es calculada en casi 5.000 pesos. En la Argentina del 2010, aunque las cifras son trucadas o “relativizadas” por el gobierno y sus opositores burgueses, prácticamente LA MITAD DE LA POBLACIÓN vive en la pobreza, en la precariedad, en la miseria y en la indigencia, es decir: unos 20 millones de seres humanos. Esto sucede en la Argentina cuyos spots televisivos oficiales rezan: LA ARGENTINA TRABAJA.
    Es en este panorama donde no hay que olvidar el papel criminal que juegan las burocracias sindicales: la burocracia de la CGT así como su ladero “progresista y democrático”, la de la CTA, que también viene piloteando, maniobrando para no sacar los pies del plato, frente a los reclamos de la “base”. En la Argentina de 20 millones de empobrecidos y miserados, las centrales sindicales “justicialistas” y “democráticas” no llaman ni a una mísera movilización, y menos aun a una huelga conjunta, ni siquiera de “protesta”.
   La mayoría política (y buena parte de la población media que lleva un relativo “buen pasar”) intenta que no sea “en la calle” donde se diriman estas cuestiones, sino en el Parlamento y en las mesas de acuerdo y de negociación, mesas en las que no participan, por supuesto, en forma directa y decisiva los principales afectados: los trabajadores ocupados y desocupados, y sus familias.
   Ante este panorama, la pregunta cae de madura: ¿quién defiende, efectivamente y en la lucha y en la calle, los intereses de los trabajadores y las masas populares, en esta Argentina de dos grandes bloques políticos dominantes, ambos profundamente ANTIDEMOCRÁTICOS? La respuesta: “aquello” que podríamos llamar básicamente “resistencia obrera y popular” (de matriz predominantemente anticapitalista) que a pesar de su relativa dispersión e insuficiencia, logra sostener en el fiel de la balanza de la lucha los intereses de los explotados, nucleando y organizando a no pocos de los afectados.
    Luchas por el salario y los derechos laborales, comisiones internas en fábricas, en las empresas de servicios y en los organismos estatales, lucha por sindicatos democráticos y lucha antiburocrática incipiente o declarada, piquetes de reivindicación y de reclamo directo, luchas masivas por la educación y la salud, medidas de fuerza triunfantes o parciales, órganos y organizaciones barriales por diversas reivindicaciones, emprendimientos autónomos o de autogestión, centros universitarios y estudiantiles con efectiva militancia anticapitalista, paros y tomas de empresas o edificios, empresas recuperadas en lucha, asambleas barriales activas, movilizaciones callejeras, organismos de derechos humanos, organismos colectivos de movilización y lucha (como los intentos de asambleas de trabajadores, los bloques piqueteros, y como el Encuentro Memoria Verdad y Justicia en el campo de los derechos humanos y sociales), todo ello existe en la Argentina y es la manifestación general, aunque más o menos dispersa, de una resistencia y organización efectivas y de batallas que se vienen dando sin haber sido derrotadas ni aplacadas, en muchos de los terrenos donde la vida y la existencia real de los explotados son atacadas.
   Experiencias vivas de lucha (como las anteriores al 2001) que deberán confluir en un gran movimiento masivo, para que las clases explotadas encuentren la única salida posible y deseable: el gobierno de los trabajadores, la revolución proletaria, el camino a la liberación de los explotados y oprimidos por el Capital.

LA PLAZA DE MAYO ES DEL PUEBLO QUE LUCHA

    La Plaza de Mayo de Buenos Aires es la plaza de las gestas populares, de las movilizaciones reivindicativas y de masas, de la huelga política, de la resistencia obrera y popular a las dictaduras, a las democracias antiobreras y a los crímenes sociales y políticos de la clase explotadora.
    Todos los Primero de Mayo, con mayor o menor éxito y desde hace muchos años, la Plaza es, políticamente hablando, de la izquierda y de los trabajadores que la integran o acompañan.
Si a nivel simbólico algo señala la incapacidad medular del peronismo actual de levantar las banderas obreras y sus intereses de clase, es este “abandono” de la Plaza. Hace mucho que el peronismo (“Justicialismo”), a pesar de sus éxitos en regimentar a la clase obrera, hizo abandono de la lucha. Sus movilizaciones, salvo excepciones, suelen estar dirigidas a estadios de fútbol o centros de reunión acotados, en momentos preelectorales, etc. O cuando movilizan adeptos tras “movidas” de intereses parciales, en beneficio de sus “capomafias”. Todo ello bien regimentado por “punteros” y apuntalado por patotas conformadas a partir de variopinto “marginalismo”.
    Últimamente, el kirchnerismo han realizado algunos intentos de recuperar cierto protagonismo “callejero” y simbólico, pero han fracasado rotundamente, a pesar de ciertas apariencias o denuncias opositoras: su política antipopular de base teje una ristra de explosivos contra sus propios intentos de unidad y cohesión.
    Ante este panorama, lo que resulta indispensable, y lo que puede resultar decisivo, es que cada uno de los agrupamientos de base anticapitalista que mencionamos, tenga la capacidad de anteponer la fuerza colectiva a su interés grupal particular. Ya una tendencia unitaria en sí misma, si se puede decir así, queda expresada en el solo hecho de realizar una convocatoria a un acto único en Plaza de Mayo por la independencia de clase y el gobierno de los trabajadores (es decir: por una alternativa política e independiente protagonizada por los sectores luchadores de la clase obrera, y en perspectiva del proletariado). Las tendencias divisionistas también se expresan: en las disputas partidarias o de agrupaciones en torno a la “representación” que se dirimen en términos de supuestos “derechos” de “dirigencia” o “representación” o “antigüedad” o “numerosidad”.
    Los socialistas revolucionarios debemos “predicar con el ejemplo"; debemos ir a la Plaza de Mayo, en el día de la lucha internacional de los trabajadores, en solidaridad, apoyo y fraternización unitaria con todas las luchas, aquí y allá, que se están dando en el mundo entero, contra las fronteras o límites (reales o ficticios) que pretende imponer el Capital a la unidad internacional de los proletarios.

En este Primero de Mayo de 2010 nuestras consignas son:

-Aumento inmediato de salarios. Salario mínimo igual al costo de la canasta familiar (a la fecha: $5.000).
-Jubilaciones y pensiones acordes con las necesidades y el costo de la canasta.
-Indexación automática de salarios ante la inflación.
-Ningún desocupado. Reparto de las horas de trabajo sin quita salarial alguna.
-Ningún despido. Ningún cierre o vaciamiento de empresas o fábricas. Posesión y puesta en funcionamiento por los trabajadores de toda empresa que cierre o despida.
-Atención privilegiada e INMEDIATA a la población en situación de “indigencia” y de desprotección o insuficiencia alimentaria, sanitaria, habitacional, etc.
-Por la lucha por trabajo, salud, educación, esparcimiento y vivienda dignos para todos.
-Por la organización y el funcionamiento asambleario e igualitario en todos los sitios de trabajo, educación, ocupación y habitat.
-No al pago de la deuda eterna con los capitalistas internos y externos. Desconocimiento total de la misma.
-Apoyo activo a todas las luchas justas, anticapitalistas y antimperialistas del mundo.
-Que la crisis la paguen los capitalistas.

Nuestros objetivos:

Por la unidad de los explotados y el internacionalismo proletario.
Por el gobierno de los trabajadores.
Por la revolución y el socialismo internacional.
Por la abolición de la propiedad privada.
Por la superación de la sociedad dividida en clases.
Por el fin de toda explotación y toda opresión.
Por la igualdad, la fraternidad y la libertad.


TODOS A PLAZA DE MAYO.

“PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES, UNÁMONOS”

Buenos Aires, 1º de mayo 2010.

•••

[Puesto a consideración de compañeros en discusión.]