lunes, 17 de junio de 2019

Para NO contribuir a la confusión general (Sobre la crisis en el Partido Obrero)


     Nos sorprende el tenor que han tomado, entre mayo y junio de 2019, las acusaciones públicas entre los compañeros del Partido Obrero. Las formas de discusión no son sólo importantes: ahora son fundamentales, porque las ‘formas’, en un momento determinado, hacen a la calidad del debate y, por lo tanto, a su exposición pública ante los trabajadores (militantes, activistas, simpatizantes), que son quienes en primera y última instancia importan. Tras una nota crítica de Jorge Altamira y el “repudio” que recibe por parte de dirigentes del Partido Obrero, fueron sucediéndose artículos, respuestas y comentarios que mostraron una crisis de gran magnitud.
     El 14 de mayo pasado Jorge Altamira publica en su página de Facebook la crítica “Los resultados de Córdoba acentúan la crisis del proceso electoral”. Analiza las características centrales del contexto nacional e internacional (político y económico) en que se da el proceso electoral que ha comenzado en Córdoba, Santa Fe, etc. Luego avanza un breve análisis de la intervención del FIT y sus magros resultados en Córdoba.
     El NUDO político de su crítica está en estas palabras, que son una incitación al debate público y crítico/autocrítico: “Un principio de balance de estos resultados no hay que buscarlos en la campaña electoral misma tomada en su conjunto. Las alternativas políticas no emergen en las elecciones sino antes de ellas; se deben presentar en ellas como alternativas establecidas. Es necesario confrontar la línea de acción adoptada con el desarrollo y las alternativas que plantean el derrumbe del gobierno macrista y el impacto de este derrumbe en todas las clases sociales. Esta situación de crisis política incluye la crisis del proceso electoral y LA NECESIDAD DE UN PLANTEO DE PODER PARA TODA LA ETAPA”(mayúsculas mías).
     En toda la nota no hay una sola chicana, ni vituperio, ni denuesto o injuria, ni siquiera descalificación, contra el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) o alguno de sus miembros, menos que menos contra el Partido Obrero (PO).
     Dicha nota es respondida (en la Prensa Obrera y también en facebook) y “repudiada” por dirigentes del Partido Obrero y del Partido de los Trabajadores Socialistas (Eduardo Salas, Nora Biaggio, Pablo Giachello, Juan García, todos ellos del PO, y Guillo Pistonesi, del PTS). Se lo acusa de ocultar y falsificar datos, de mentir, de montarse a los ataques de la reacción política, de entorpecer al FIT, entre otras lindezas.
     Por qué Altamira publica esta crítica en Facebook y no en un órgano o medio de difusión de su partido, no sólo sorprende, sino que nos hace preguntarnos por qué. Desde afuera del Partido Obrero no se lo puede saber, ni Altamira lo desvela (suponemos que sí lo saben quienes participaron de su XXVI Congreso, y los militantes de los círculos del PO). Él mismo dice, en una segunda nota crítica a las respuestas que le dirigen: Idealmente, las polémicas deben tener lugar en los órganos partidarios, como ha ocurrido efectivamente con Prensa Obrera durante años. Proceder de este modo es una expresión de enorme salud política. Si elegí presentar mi apreciación de las elecciones cordobesas por otra vía, es por razones ajenas a mi, que sí, no voy a hacer públicas.”.
    Luego, a fines de mayo y principios de junio, todo se precipita. Y podemos leer, tanto en facebook como en la Prensa Obrera y en envíos a las redes, artículos, respuestas, más notas y comentarios de dirigentes, militantes, ex militantes, e incluso de medios de difusión que se hacen eco (estos últimos generalmente de modo lamentable), constituyendo un irregular cúmulo de variada importancia. Como se entremezclan, a las voces útiles, comentarios insidiosos, vituperantes, insultantes, de gente de lo más disímil y ajena al Partido Obrero y al Frente de Izquierda (sobre todo en facebook), es preciso contribuir a que al verdadero debate o polémica política no lo tape la hojarasca inútil o destructiva.
     Salta a la vista que tiene un peso específico en todo esto un conflicto interno que el Partido Obrero no ha hecho oficialmente público. Hay compañeros que se consideran censurados, o expulsados, o marginados con “malas artes” y así lo denuncian, y hay quienes también públicamente les responden.
     Este conflicto interno principalmente lo tienen que resolver los militantes de un Partido revolucionario, pero a muchos no nos deja indiferentes cómo se desarrolla y cómo se resuelve esta crisis. Menos que menos nos deja indiferentes el debate político de fondo en esta crisis. Porque, así como se suele decir del peronismo, también el Partido Obrero, con ¡medio siglo! de existencia, “está en el ADN de los trabajadores”, y no solo de los trabajadores de la Argentina, sino más allá. Se trata de una tradición (de las mejores) que ha sostenido en alto las banderas del marxismo, de la revolución en Rusia y en el mundo, del bolchevismo y de la IV Internacional, contra todos los avatares y ofensivas.
     Ver que algunos de los principales y mejores representantes de esta tradición y vigencia (Jorge Altamira, Marcelo Ramal y otros) aparecen enfrentados (y a veces vituperados) a la así llamada “mayoría” del partido que fundaron y/o sostuvieron junto con otros “históricos” de una lucha contra viento y marea, no sólo nos impacta, nos moviliza en función de NO CONTRIBUIR A LA CONFUSIÓN GENERAL, para bien de la lucha socialista y revolucionaria.
     Como los seres humanos (sociales) somos contemporáneos de nuestra propia historia, no siempre percibimos claramente la importancia de los pasos que se dan (“queriéndolo” o “sin querer”) para construir o destruir algo fundamental para la emancipación mundial del proletariado. Sólo una capacidad crítica/autocrítica puede construir de verdad algo revolucionario y duradero.
     Por todo esto, simplemente intentaremos colaborar enviando a nuestros lectores (del modo más ordenado que podamos) los que consideramos artículos imprescindibles de esta polémica (abriendo bien el abanico, de modo que no queden voces silenciadas) para hacer de ella una lectura y una acción útiles, revolucionarias.

                                                      Alberto a. Arias (17 junio 2019)

NOTA: Comenzaremos a publicar en el blog del Espacio Rosa Luxemburg, así como en su página en facebook, los materiales de la polémica (o bien sus enlaces, sus links).

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¿Un “atentado criminal” contra el proletariado? (La crisis en el Partido Obrero)