lunes, 1 de julio de 2019

[Ni reir, ni llorar...]

[Publicación Nº 27]
[Por: Camilo Márquez, 1º julio 2019.]
[Tomado de la página del autor en Facebook.]
[Nota sin título. Título puesto por nosotros.]
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    Hace un tiempo un miembro de la Comisión de Control escribió un “poema” donde le dedicaba palabras bastante desagradables a Jorge Altamira. Las inmundicias de ese elemento se derivan de lo que la actual dirección lanza a repetición desde un tiempo a esta parte: que Altamira caducó. Un mantra que va siempre acompañado con alguna referencia a las PASO del 2015, que JA no habría podido “superar” o “procesar”. Sin embargo, los que vuelven una y otra vez a esa fecha son quienes si lo habrían superado. El hecho es, por lo menos, curioso.
    La idea sería que el fundador del Partido Obrero, en algo parecido a lo que pasa con el capitalismo, se estaría “sobreviviendo” a si mismo.
    El debate político sobre las consignas de la constituyente, el fuera Macri o que la crisis la paguen los capitalistas se transformó en una coartada. Se pueden hacer mil piruetas para justificar una línea, pero la polémica fue adquiriendo un tono místico en los labios de los compañeros que lo animaban, como si las consignas fueran talismanes que todo lo pueden.
    Personalmente no me cierra del todo la consigna sobre la constituyente, (lo comentamos muchos entre los compañeros aquí en Uruguay) me parece que aún hay una barrera con las masas que esa consigna no ayuda a derribar. Quiero decir, no estoy allí, no conozco, es una impresión. A su vez no creo que la consigna “que la crisis la paguen los capitalistas” alcance para la situación argentina; nosotros levantamos la misma y no es ni por cerca la situación que atraviesan desde el lado opuesto del rio de la plata. “Que la crisis la paguen los capitalistas” es correcta siempre y en cualquier lugar por que la crisis capitalista es mundial y en ningún lugar esa crisis la quiere pagar algún capitalista. No tengo que decir que lo del “sistema de consignas” me parece un dibujo completo, una fenomenal estupidez que solo confunde a la juventud.
    El comunicado público del CC del 29 de junio en el que titula que Altamira y su grupo rompe con el partido es una irresponsabilidad que precipita que la situación no tenga marcha atrás.
La clase obrera repudia las divisiones, ella necesita la fortaleza y consistencia que dan la unidad. La disposición de varias centenas de compañeros a firmar un documento de oposición en un partido que es importante pero no de masas, está señalando que existe una atmosfera política favorable para que cristalice una fracción que es cualquier cosa menos minúscula.
    Un compañero veterano del PT me hizo notar que no hay forma de echar a Altamira sin antes desprestigiarlo, y con ello también desprestigiar al partido (ahí está para el que quiera leerlo, las referencias a las rentas de JA y Ramal). De esto al suicidio político hay un paso, por eso la crisis viaja por las vías del cinismo. No se asume la purga (por el alcance que han alcanzado las expulsiones éste es el termino correcto). Fatalmente la dirección actual no tiene otra alternativa, debe dar este golpe cueste lo que cueste, ya que -a decir de este mismo compañero- las expulsiones tienen que ser quirúrgicas “saben que si demoran, Jorge avanza y ellos retroceden”.
    Soy de la opinión de que el movimiento obrero argentino (por lejos el más dinámico del continente en las últimas dos décadas) atraviesa un reflujo del que le cuesta salir pero que hace esfuerzos constantes por superar. La muestra mas contundente es que la burocracia debió separarse en múltiples centrales en los últimos años y asumir distintos colores para mejor engañar, contener y desmoralizar.
    Los partidos de la CRCI deben rechazar el curso que ha tomado el debate. Convocar a bajar la pelota y buscar un acuerdo que lleve a las partes a pactar cuestiones elementales. Es un paso que las organizaciones hermanas del PO no pueden saltearse, pero no deja de ser diplomacia, la diplomacia que hasta los partidos revolucionarios tienen en sus relaciones mutuas.
    Pienso que la escalada que ha tomado el enfrentamiento en las últimas 48 horas ya no hace posible salir de este atolladero sin un desenlace con dos partidos distintos. El sector que se impuso en el último congreso seguramente retenga la nomenclatura y algunas cosas mas.
    Además, está el tema del espionaje. Sobre el episodio se ha utilizado como respuesta recurrente, que alguien se topo con un mail abierto y que lo reviso bastante exhaustivamente por que le llamo la atención que un agente de la Ojrana conspiraba contra no se sabe que regional o que individuos. Esta es la versión cínica que se puso en circulación para desprestigiar a Ramal, Altamira, Ferro y armar amalgamas emponzoñadas para terminar poniendo en un altar las maquinaciones y la soplonería.
JA es por lejos el tipo que ve mas lejos de la izquierda revolucionaria. Despliega una actividad infatigable, y su nombre está asociado de forma indisoluble a cada una de las luchas de los explotados de la Argentina, esta cualidad principista ya se está transformando en cantidad.
    Ni reír ni llorar, comprender, dijo uno.